jueves, 23 de enero de 2014

Hora Santa en reparación por los que posponen la Eucaristía por los ídolos neopaganos


         Inicio: ingresamos en el Oratorio y hacemos silencio, interior y exteriormente, para escuchar la voz de Dios, que desde la Eucaristía, nos habla en el silencio. Ofrecemos esta Hora Santa en reparación por quienes posponen la Eucaristía por los ídolos neo-paganos de nuestro tiempo. Pedimos la asistencia de María Santísima y de nuestros Ángeles Custodios para que nuestra humilde oración se eleve hasta el trono de la majestad del Cordero en los cielos.

         Canto inicial: “Sagrado Corazón Eterna Alianza”.

         Oración inicial: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón, por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

        “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente, y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

         Meditación

         Jesús, Tú eres la Vida Increada, por Ti todo existe y tiene vida, por Ti el Universo se mantiene en su existencia, por Ti la tierra gira, el sol alumbra, las estrellas brillan, por Ti la humanidad se renueva en sus hijos porque Tú les infundes el hálito de vida y si Tú no los llamas a la vida, ningún hombre ni ningún ser viviente puede vivir, sin embargo, los hombres, lejos de reconocer en Ti a la Fuente Increada de la Vida y a la Vida Eterna en sí misma, que concedes desde la Eucaristía torrentes inagotables de gracias que son manantiales que saltan hasta la vida eterna, en vez de eso, los hombres te posponen por ídolos inertes, ídolos mudos, sordos y ciegos, ídolos hechos con sus propias manos, ídolos de piedra, de madera, de acero, de cables, de cristales y de cuarzos, ídolos animados de electricidad, que le responden con voz electrónica y con pantallas de colores y le llenan el alma con sensaciones pasajeras y emociones que exaltan sus pasiones momentánemante, apartándolo cada vez más de Ti, único y verdadero Dios, por quien verdaderamente se vive. Te pedimos perdón, Jesús Eucaristía, y reparamos, por nuestros hermanos y por nosotros mismos, por las veces en que te hemos pospuesto por los modernos ídolos mundanos de la tecnología, dejándote de lado en tu Presencia eucarística, y te pedimos que despiertes en todos nosotros un ferviente amor por tu Sagrado Corazón Eucarístico. Amén.

         Silencio para meditar.

         Jesús, Tú fuiste engendrado en la eternidad en el seno del Padre y junto con el Padre expiraste, también en la eternidad, el Espíritu Santo, el Espíritu que los une en el Amor, y fue el Espíritu Santo el que te llevó a encarnarte, en el tiempo, en el seno de María Virgen para que nacieras en Belén, Casa de Pan, para que te donaras al mundo como Pan de Vida eterna. Jesús, en cada Santa Misa, continúas, prolongas y renuevas el prodigio de tu Encarnación y Nacimiento en Belén, Casa de Pan, convirtiendo al Altar Eucarístico en un Nuevo Portal de Belén, para que los hombres puedan alimentarse con el Pan Vivo bajado del cielo, con el Pan que les da la Vida eterna, con el Pan que los alimenta con el manjar super-substancial, la Carne gloriosa y resucitada del Cordero de Dios, pero los hombres ingratos –la gran mayoría- dejan este manjar que Dios Padre les sirve en el altar el día Domingo y corren en pos de otros alimentos, todos indigestos y venenosos. Te pedimos perdón y reparamos, oh Jesús, por aquellos hermanos nuestros que te posponen en la Santa Misa dominical y te suplicamos les concedas la gracia de querer degustar el sabor exquisito del Pan de Vida eterna. Amén.
         Silencio para meditar.

         Jesús, Tú desciendes, en cada Santa Misa, desde el cielo, hasta el altar, renovando el santo sacrificio de la Cruz, para entregar tu Cuerpo en la Eucaristía y derramar tu Sangre en el Cáliz, tal como lo hiciste en el Calvario, para donar tu Ser divino a quien te reciba con fe y con amor, pero los hombres prefieren quedarse en sus casas viendo televisión, mientras los niños y jóvenes prefieren sus juegos y sus propias diversiones. Jesús, te pedimos perdón y reparamos, por quienes pudiendo dedicar al menos un poco de tiempo para adorarte y alabarte, permanecen indiferentes y te posponen por sus pasatiempos, cometiendo el pecado de acedia. No les tengas en cuenta esta falta; antes bien, por los méritos y dolores de tu Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, llena sus corazones de las dulzuras del Espíritu Santo y concédeles un intenso deseo de tu Amor. Amén.

         Silencio para meditar.

         Jesús, en la Pasión, el Pueblo Elegido te pospuso por un criminal, Barrabás, a Ti, que eres la Inocencia encarnada, a Ti, que eres la Pureza, el Amor, la Vida, la Dulzura, te pospusieron por la Brutalidad, el Odio, la Violencia, la Muerte, y así hoy también, los miembros del Nuevo Pueblo Elegido, te posponen y en vez de elegirte a Ti en la Eucaristía, y Contigo las buenas obras y la vida de la gracia, eligen apartarse de Ti, obrando el pecado y todo tipo de cosas malas: la impureza, la fornicación, el adulterio, la pornografía, la violencia, el robo, la mentira, y toda clase de bajas pasiones. Te pedimos perdón, Jesús, y reparamos, y te suplicamos que por las heridas sufridas en tu Pasión, enciendas en nuestros hermanos y en nosotros, el amor por el bien y la virtud para que el día de nuestra muerte, al presentarnos ante Ti en nuestro Juicio Particular, podamos mostrarte las obras buenas y misericordiosas que nos granjeen la entrada en el Reino de los cielos. Amén.

         Silencio para meditar.

         Jesús, tu Sagrado Corazón Eucarístico es el “manantial que salta hasta la vida eterna”, porque es la Fuente Inagotable de Gracia Increada; quien se acerca a Ti, no tiene más sed; quien bebe de tu Corazón traspasado, no experimenta más sed de amor; quien se acerca a beber de tu Costado abierto, sacia su sed de felicidad y amor, y ya no tiene necesidad de nada más ni en esta vida ni en la otra para ser feliz; quien se acerca a beber del Cáliz del altar eucarístico, repleto del Vino de la Alianza Nueva y Eterna que es tu Sangre, no tiene ya necesidad de beber nada más, porque sacia para siempre su sed de amor, de paz y de felicidad; quien bebe del Cáliz que es tu Corazón traspasado, bebe del Amor del Padre y se embriaga con el Amor Divino y no necesita ni quiere nada de este mundo para ser feliz porque en tu Sangre encuentra tu Amor y en tu Amor encuentra toda su felicidad; sin embargo, los hombres te posponen, y en vez de beber del cáliz del altar eucarístico, corren para cavarse “cisternas agrietadas que no contienen el agua”, y así mueren de sed, porque beben aguas estancadas, aguas pútridas, las aguas contaminadas del mundo materialista, ateo, relativista, hedonista, destinado a la muerte y yaciente en la putrefacción. Jesús Eucaristía, Manantial de Agua Viva, danos siempre de beber del Costado abierto de tu Corazón traspasado, para que saciemos en Ti nuestra sed de Amor, paz, alegría y felicidad. Amén.

         Silencio para meditar.

         Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón, por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

        “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente, y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.


         Canto final: “El Trece de Mayo en Cova de Iría”.

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