viernes, 2 de enero de 2015

Hora Santa consagrando y pidiendo a Jesús Eucaristía por el Año Nuevo que se inicia


Inicio: ofrecemos esta Hora Santa y el rezo del Santo Rosario meditado, para consagrar el Año Nuevo que se inicia al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, por intermedio del Inmaculado Corazón de María.

Canto inicial: “Sagrado Corazón, eterna alianza”.

Oración inicial: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón, por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón, y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

Inicio del rezo del Santo Rosario meditado. Enunciación del Primer Misterio del Santo Rosario (misterios a elegir).

Meditación

         Jesús Eucaristía, Tú eres nuestro Dios; Tú creaste nuestro acto de ser; Tú creaste nuestra alma y nuestro cuerpo; Tú nos infundiste en el alma la gracia santificante que nos convirtió en hijos adoptivos de Dios y nos quitó la mancha del pecado original; Tú diste tu vida por nosotros en la cruz; Tú resucitaste del sepulcro, por nosotros; Tú venciste a la muerte, al pecado y al demonio, en la cruz, por nuestro amor; Tú eres el Dios Eterno, a quien pertenecen el tiempo y la eternidad, y en tus manos están la vida y la muerte, porque Tú eres el Principio y el Fin, el Alfa y el Omega; por Ti existe y es todo lo creado, y sin Ti nada puede subsistir: a Ti acudimos, oh Jesús Eucaristía, para consagrarte el Año Nuevo que se inicia, por medio de las manos y del Inmaculado Corazón de María, para que cada segundo de este nuevo tiempo te pertenezca a Ti y esté santificado por Tu Amor, para que nada de lo que pensemos, deseemos, digamos o hagamos, esté fuera de tu santísima, adorabilísima y amabilísima Voluntad. Amén.




         Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

         Enunciación del Segundo Misterio del Santo Rosario (misterios a elegir).

Meditación

Jesús Eucaristía, Tú eres nuestro Dios y Creador; Tú creaste, de la nada, nuestro acto de ser; Tú creaste nuestro cuerpo y nuestra alma; Tú creaste todo lo que nos rodea y a cada instante nos das el ser y de tal manera dependemos de Ti y de tu Voluntad para vivir, que si Tú no lo quisieras, dejaríamos, en el mismo instante, de ser y de existir, pues Tú lo dijiste en el Evangelio: “Sin Mí, nada podéis hacer” (Jn 15, 5). Sin Ti, nada podemos hacer, ni siquiera respirar, y si respiramos y estamos vivos, es porque Tú lo quieres y si Tú lo quieres, es porque eso es lo mejor para nosotros, y si quieres que estemos vivos, en esta vida terrena, es para que conquistemos el cielo con nuestras oraciones y con nuestras buenas obras. Te damos gracias, oh Jesús Eucaristía, nuestro Dios y Creador, por darnos el ser y la existencia, y te suplicamos que nos concedas la gracia de agradarte con buenas obras; haz que tu Madre amantísima, María Santísima, nos lleve entre sus brazos, como a niños pequeños, y que estemos siempre por Ella protegidos; a Ti acudimos, oh Jesús Eucaristía, para consagrarte el Año Nuevo que se inicia, por medio de las manos y del Inmaculado Corazón de María, para que cada segundo de este nuevo tiempo te pertenezca a Ti y esté santificado por Tu Amor, para que nada de lo que pensemos, deseemos, digamos o hagamos, esté fuera de tu santísima, adorabilísima y amabilísima Voluntad. Amén.

         Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

         Enunciación del Tercer Misterio del Santo Rosario (misterios a elegir).

Meditación

         Jesús Eucaristía, Tú eres nuestro Dios y Redentor; Tú, procediendo eternamente del seno del Padre, te encarnaste en el tiempo en el seno de María Santísima, para hacerte hombre perfecto, sin dejar de ser Dios perfecto, para adquirir un Cuerpo, al que luego habrías de ofrendar en la cruz, como Hostia santa y pura, por nuestra salvación. Jesús, Tú realizaste tu misterio pascual de Muerte y Resurrección, por nuestro amor, para salvarnos; Tú sufriste tu dolorosa Pasión, por nuestro amor, para salvarnos; para librarnos de la eterna condenación y para abrirnos las puertas del cielo, que es tu Sagrado Corazón traspasado, sufriste la penosísima agonía de tres horas en el Huerto de Getsemaní, la dolorosa Pasión y la subida al Monte Calvario y subiste a la cruz, para agonizar y morir, en medio de terribles y crudelísimos dolores, luego de tres horas de agonía en la cruz, recibiendo en lugar nuestro el castigo que por nuestros pecados merecíamos de parte de la Justicia Divina, severamente irritada por la inmensidad de nuestra malicia. Jesús Eucaristía, te damos gracias, te alabamos, te bendecimos y te adoramos por tu sacrificio redentor en la cruz, por el cual venciste, de una vez y para siempre, a nuestros tres enemigos mortales, la muerte, el pecado y el demonio; nos abriste las puertas del cielo, nos concediste la filiación divina y nos hiciste herederos del Reino de tu Padre, nuestro Padre. Puesto que en tus sangrientas manos paternales están nuestras vidas, a Ti acudimos, oh Jesús, en el inicio de este Nuevo Año, para consagrártelo, por medio de las manos y del Inmaculado Corazón de María, para que cada segundo de este nuevo tiempo te pertenezca a Ti y esté santificado por Tu Amor, para que nada de lo que pensemos, deseemos, digamos o hagamos, esté fuera de tu santísima, adorabilísima y amabilísima Voluntad. Amén.

         Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

         Enunciación del Cuarto Misterio del Santo Rosario (misterios a elegir).

Meditación

         Jesús Eucaristía, Tú eres nuestro Dios y Santificador; Tú, tanto en cuanto Dios, como en cuanto Hombre, junto con el Padre, espiras el Espíritu Santo; Tú eres nuestro Santificador, porque nos espiras el Espíritu Santo, por intermedio del sacerdote ministerial, en el bautismo sacramental, quitándonos la mancha del pecado original, sustrayéndonos al dominio del Príncipe de las tinieblas y concediéndonos la gracia de la filiación divina, que nos hace hijos adoptivos de Dios; Jesús, Tú eres nuestro Santificador, porque en el Sacramento de la Confesión, nos soplas el Espíritu Santo, que quema nuestros pecados con el fuego del Amor Divino, dejando nuestras almas más blancas que la nieve; Jesús, Tú eres nuestro Santificador, porque en la Santa Misa, espiras el Espíritu Santo, a través de la débil voz del sacerdote ministerial, para que el Espíritu Santo, sobrevolando sobre el altar eucarístico, así como sobrevoló las aguas al inicio de los tiempos, dando vida a todo ser viviente, así también, por la transubstanciación, dé vida a las substancias inertes del pan y del vino, convirtiéndolas en tu Cuerpo, tu Sangre, tu Alma y tu Divinidad, para que Tú nos infundas todo el Amor de tu Sagrado Corazón Eucarístico, en la comunión sacramental; Jesús, Tú eres nuestro Santificador, porque en la comunión eucarística, infundes el Espíritu Santo en el alma, convirtiendo a cada comunión eucarística en un nuevo y personal Pentecostés, que renueva los prodigios del Amor de Dios para el alma que recibe su amor con corazón contrito y humillado. Jesús, Tú eres nuestro Santificador, envía desde el cielo al Espíritu Santo, para que este Año esté todo consagrado a tu Amor y todas nuestras obras estén santificadas por tu gracia, para que nada de lo nuestro escape a tu Amor y a tu gracia; a Ti acudimos, oh Jesús Eucaristía, para consagrarte el Año Nuevo que se inicia, por medio de las manos y del Inmaculado Corazón de María, para que cada segundo de este nuevo tiempo te pertenezca a Ti y esté santificado por Tu Amor, para que nada de lo que pensemos, deseemos, digamos o hagamos, esté fuera de tu santísima, adorabilísima y amabilísima Voluntad. Amén.

         Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

         Enunciación del Quinto Misterio del Santo Rosario (misterios a elegir).

Meditación

         Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, que adoras a tu Hijo Jesús en la Eucaristía y que por eso mismo, estás aquí, junto a Él, junto a su Presencia Eucarística; Tú, Nuestra Señora de la Eucaristía, Madre y Maestra de los Adoradores Eucarísticos, te suplicamos que tomes en tus manos y estreches en tu Inmaculado Corazón a nosotros y a nuestros seres queridos y a todo el mundo, sobre todo a los pecadores más empedernidos, para que, por intermedio tuyo, consagremos este Año Nuevo que se inicia, al Sagrado Corazón Eucarístico de tu Hijo Jesús, para que cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada mes, de este nuevo año, sea vivido en su gracia y bajo su adorabilísima y amabilísima Voluntad, para que nada sea vivido fuera de su  Amor y todo sea vivido en su Amor, para su Amor y por su Amor. Que por tu intercesión, Madre Santísima, vivamos este año refugiados en tu Inmaculado Corazón, alimentándonos del Amor que en él inhabita, para amar a cada instante a tu Hijo Jesús, como anticipo del Amor con el que esperamos continuar amándolo por toda la eternidad. Te lo pedimos para nosotros, nuestros seres queridos y para toda la humanidad, por los méritos de tu Inmaculado Corazón y los del Sagrado Corazón de Jesús. Amén.

         Silencio para meditar.

         Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón, por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón, y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

         Canto final: “Plegaria a Nuestra Señora de los Ángeles”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario