jueves, 25 de junio de 2015

En la procesión triunfal de "Corpus Christi" la Iglesia no ostenta un símbolo, sino que saca en procesión al Hijo Eterno del Padre, oculto en apariencia de pan, y lo adora públicamente


Dos ángeles sostienen una custodia, en la cual se encuentra, a su vez, la Eucaristía, sacada en procesión triunfal el día de “Corpus Christi”. Cuando los cristianos decimos “Corpus Christi”, queremos decir “Cuerpo de Cristo” y es al Cuerpo de Cristo, Presente, vivo, glorioso y resucitado en la Eucaristía, al cual adoramos. Sin embargo, no es un mero “cuerpo”, puesto que es el Cuerpo humano, glorioso, por el que circula su Sangre Preciosísima, y está animado por su Alma Santísima, y tanto el Cuerpo, como la Sangre y el Alma, subsisten en el Acto de Ser de la Persona Divina del Verbo de Dios. Entonces, cuando la Iglesia saca en procesión triunfal a la Eucaristía en el día de “Corpus Christi”, no saca a un símbolo, sino al mismo Jesucristo, el Hombre-Dios en Persona, el Hijo Eterno del Padre, oculto en apariencia de pan, y lo adora públicamente.

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